Para entender qué es el aprendizaje basado en proyectos es importante conocer cómo funciona el mundo real. El mundo en el que vivimos se encuentra en constante cambio, y los proyectos se convierten en el pilar principal del desarrollo. Los emprendedores exitosos del mundo son aquellos que tienen la creatividad de idear dichos proyectos, el pensamiento lógico para estructurarlos y la disciplina para volverlos realidad.

En la actualidad existe una sobreoferta de información donde la memorización ya no es un elemento primordial en la educación. Habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad, las habilidades comunicativas y la capacidad de colaborar y trabajar en equipo para formar líderes son elementos mucho más relevantes para el cambiante mundo del mañana.

Es por esto el éxito de la metodología de Aprendizaje Basado en Proyectos (PBL – Project Based Learning), que por su relación directa al mundo real, genera experiencias que dan solución a los problemas que se pueden encontrar en la vida diaria.

Aprendizaje basado en proyectos

¿Qué es el Aprendizaje basado en proyectos (PBL- Project Based Learning)?

El Aprendizaje Basado en Proyectos (PBL, Project Based Learning) es una metodología que da relevancia a la experiencia práctica aplicada, donde el estudiante es el protagonista de su propio aprendizaje y donde el aprendizaje de conocimientos tiene la misma importancia que la adquisición de habilidades y actitudes como el pensamiento crítico, la comunicación, la capacidad argumentativa y el trabajo en equipo.

En esta experiencia de aprendizaje al estudiante se le asigna un proyecto multidisciplinario (es decir, que integren más de una materia), que le den un propósito claro al aprendizaje. Este aprendizaje es un canal para convertir a nuestros pequeños en futuros agentes de cambio desde temprana edad.

¿Cómo se desarrolla el aprendizaje basado en proyectos?

Los niños aprenden a través proyectos, muchas veces escogidos por ellos mismos en base a pasiones e intereses, pero siempre basado en los objetivos curriculares. Estos son estudios en profundidad de 6 a 9 semanas centrados en un problema del mundo real y que finaliza con la creación de un producto de alta calidad y la presentación del mismo. El proyecto debe ser el plato principal y no el postre al final del aprendizaje curricular.

Niños cocinando

Te mostramos cómo aplicar en diez pasos el aprendizaje basado en proyectos.

  1. Punto de Partida:  se define el tema a tratar y la pregunta problema.
  2. Formación de equipos colaborativos.
  3. Definición del producto final:  se definen los objetivos de aprendizaje y el producto a desarrollar.
  4. Organización y planificación: Asignación de roles entre los equipos, definición de tareas y tiempos.
  5. Intercambio de ideas y búsqueda y recopilación de información: revisión de los objetivos, recuperación de los conocimientos previos, introducción de nuevos conceptos, búsqueda de información.
  6. Análisis y síntesis: compartir información investigada, contraste de ideas, debate, resolución de problemas, toma de decisiones.
  7. Creatividad, taller y producción: Aplicación de los nuevos conocimientos, puesta en práctica de las competencias básicas, desarrollo y ejecución del producto final.
  8. Presentación del proyecto: Preparar la presentación, defensa pública, revisión con expertos.
  9. Colaboración, respuesta colectiva a la pregunta inicial: Reflexión sobre la experiencia, uso de los sistemas de mensajería instantánea.
  10. Evaluación y autoevaluación: APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO.

Estas experiencias prácticas positivas fomentan competencias emocionales como la autoestima, empatía, confianza, creatividad y emprendimiento, cualidades esenciales para el éxito en el mundo profesional moderno, y en sus relaciones interpersonales con familia y amigos. Una experiencia de aprendizaje positiva es lo que permite que los estudiantes se conviertan en aprendices para toda la vida, que continúen con ganas de seguir descubriendo e innovando en todas las etapas de sus vidas.

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